Sunday, December 1, 2013

Algunas fotografías recientes del año 2013 para su deleite de la Ermita de la Agonía ya restaurada por el Prodigioso Comité de Restauración de la Ermita de la Agonía de Liberia, Guanacaste.










Tuesday, August 6, 2013

Pasada del Niño en Liberia, Guanacaste, Costa Rica

A fines del siglo pasado o principios de este, un día, al caer la tarde, entre oscuro y claro estaba Lola Carrillo sentada en el poyo de su casa, situada diagonal al Estanco, hoy residencia de doña Clementina de Rivas. Derrepente, caminando rápidamente, casi corriendo, se acercó a ella un desconocido que poniendo en su regazo un paque dijo algunas palabras y siguió su camino.




Ella entró a su casa y desenvolvió el paquete encontró esta bellísima imagen del Niño Jesús. ¡qué felicidad! Esta imagen vino a ser algo de lo más preciado para ella.
Desde entonces cada 24 de diciembre al caer la tarde Lola pasaba al niño bellamente vestido, a esta Ermita. Aquí se congregaba la gente en espera de la procesión que lo conducía a la parroquia para celebrar la misa de medianoche.




Ella entró a su casa y desenvolvió el paquete encontró esta bellísima imagen del Niño Jesús. ¡qué felicidad! Esta imagen vino a ser algo de lo más preciado para ella.
Desde entonces cada 24 de diciembre al caer la tarde Lola pasaba al niño bellamente vestido, a esta Ermita. Aquí se congregaba la gente en espera de la procesión que lo conducía a la parroquia para celebrar la misa de medianoche.
Pasó el tiempo, llegó la revolución de los Tinoco y los Carrillo y los Esquivel tuvieron que abandonar Liberia. Entonces ella llegó donde su amiga Anita Baldioceda de Valdelomar y le entregó la preciosa imagen diciéndole: “Anita, tengo que irme, pero el Niño es de Liberia, no puedo llevármelo, sólo en voz confío, aquí te lo dejo”. Y le hizo sus recomendaciones. Doña Anita lo recibió complacida, feliz, emocionada, e igualmente que en el corazón de doña Lola, en el de doña Anita el niño ocupó un lugar de privilegio.
Todos sus familiares se aprestaron a ayudarle a cumplir las recomendaciones de doña Lola.
La Pasada del Niño de la Casa de doña Anita hacia la Ermita cada vez fue siendo más concurrida, primero era el grupo de sus familiares y vecinos, después se fue agregando más gente, un año se inició la distribución de pitos para darle sonido, otro el luces de bengala para darle colorido.
Después puso el pesebre en un cochecito y a la pareja de niños que lo empuja se le designó padrinos del Niño.
Todos sus familiares acudían a ayudarle a organizar la pasada que cada vez iba siendo más concurrida. Siendo comandante don Rafael Hurtado le cedió la banda, que desde entonces ameniza el acto y el sacerdote español Fray Raimundo Julio fue el primer sacerdote que le dio el carácter de procesión.
Desde entonces la Pasada del Niño es un acto tradicional del Pueblo de Liberia que con todo cariño y fé lo acompaña hasta esta ermita.
Este año por la gracia de Dios volverá a ir en procesión de esta ermita hacia la parroquia, como ocurrió hace ya muchos años, a fines del siglo pasado o a principios de éste.

Transcripción del relato de puño y letra de Doña Luz Baltodano de Valdelomar.